Los evidentes
indicios de ilegalidad que presenta el hecho de que una
administración pública suministre gratis la píldora del día
después se ven reforzados por una frase incluida en el
prospecto médico del fármaco. “No está recomendado para su uso
en niñas ya que los datos disponibles en adolescentes menores
de 16 años son muy limitados”, explica. Por tanto, además del
efecto abortivo, que ya va contra el Código Penal al
contemplar el aborto como un delito, esta pastilla está
desaconsejada para una franja de edad a la que está siendo
suministrada con toda normalidad e
impunidad.
Está dándose la
píldora a niñas menores de 14, lo cual es, además de
éticamente reprobable al no tener en cuenta la Administración
las advertencias del prospecto, una violación flagrante del
Código Penal, que considera delitos sexuales las relaciones
con menores de 14 aunque sean consentidas, así como el
principio de patria potestad.
La píldora del día
después se reparte en Cataluña desde el pasado 1 de octubre,
sin receta y gratis. Para ello, la Generalitat invertirá
500.000 euros anuales para poner al alcance de todos los
ciudadanos un lote con una caja de dos comprimidos del
fármaco, un preservativo, un folleto informativo y una
etiqueta adhesiva para evaluar el programa. ¿Por qué la
consejera de Salud, Marina Geli, no informó del aviso que
incluye el prospecto? Más recientemente, desde el pasado
jueves 5 de mayo, el Ayuntamiento de Madrid ofrece la
pastilla, también de forma gratuita, en los 14 centros
municipales. El presupuesto de las arcas municipales es de
180.000 euros. Niñas de 10, 11 y 12 años pueden obtener el
fármaco sin ninguna limitación. El resto de comunidades
autónomas donde se suministra la píldora en la sanidad pública
son, en estos momentos, Andalucía, Baleares, Navarra,
Extremadura y Asturias. Cabe recordar que el mal llamado
“anticonceptivo de emergencia” se comercializa en España desde
2001, cuando Celia Villalobos era ministra de Sanidad con el
Gobierno del Partido Popular.
En España, como en otros
muchos países, un menor necesita la autorización de sus padres
para que le pongan una vacuna antitetánica, así como para
todos los actos médicos que puedan provocar alguna reacción en
el organismo. ¿Por qué cuando se trata de la píldora del día
después, una menor puede adquirir el fármaco sin ningún tipo
de autorización? La pastilla abortiva, en definitiva, debería
quedar limitada, al menos, a los tres supuestos
despenalizadores que establece la ley (violación, malformación
del feto y peligro para la salud física o psíquica de la
embarazada). El argumento de la falta de tiempo, al ser
necesario tomar la píldora en las 72 horas posteriores a la
relación sexual (con una efectividad del 95 por ciento en las
primeras 24 y del 58 por ciento el tercer día), no justifica
que se ofrezca el producto a todo el mundo. Lo único que
estaría justificado es precisamente lo contrario: no
comercializarla. Y menos si se tiene en cuenta que existe una
seria advertencia dirigida a las menores de 16
años. |